Tributación en el Mercosur
Una visión desde la óptica venezolana
Uno de los temas de mayor relevancia a nivel internacional en Venezuela, ha sido la incorporación del Estado venezolano en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR). En este sentido, se han planteado discusiones en diversos ámbitos, bien de carácter político, económico, ideológico, social, etc., pero con estas breves notas, se brinda un panorama general de los aspectos tributarios del MERCOSUR y, especialmente, las modificaciones que deberían generarse en el ordenamiento jurídico venezolano, desde el punto de vista de la normativa tributaria.
El MERCOSUR es un proceso de integración que se desarrolla en el bloque suramericano, compuesto principalmente por los siguientes países: a) Como miembros plenos: Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Paraguay y en proceso de adhesión Bolivia.
Los principales objetivos del MERCOSUR, según el artículo 1 del Tratado de Asunción, son los siguientes:
«- La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente;
– El establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económico-comerciales, regionales e internacionales;
– La coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Partes: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia entre los Estados Partes;
– El compromiso de los Estados Partes de armonizar sus legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración».
Desde el punto de vista tributario, una de las principales consecuencias de este tipo de proceso de integración, es precisamente la búsqueda del establecimiento de un arancel externo común y se debe propender a la consolidación y uniformidad de la legislación de diversas áreas, dentro de las cuales se encuentra y destaca, la materia tributaria.
La eliminación de barreras arancelarias y la consecuente incorporación de productos de otros países miembros del MERCOSUR e, incluso, de países en donde se tienen firmados Tratados de Libre Comercio y acuerdos de preferencia comercial con este mercado, tendrá un impacto importante en la economía venezolana. Los sectores productivos del país, deben prepararse, con el apoyo obligatorio del Estado, para poder competir con grandes empresas de otros países.
En el ordenamiento jurídico venezolano, se deben realizar diferentes cambios, si quiere adecuarse a los postulados generales del MERCOSUR. En este sentido y sólo para citar a título de ejemplo, se tendrán que armonizar y eliminar progresivamente diversas contribuciones parafiscales que afectan severamente la capacidad contributiva de las empresas y también, afectarán a los inversionistas de países del MERCOSUR. De igual manera, tal como plantea Ronald Evans en su artículo «Tributación y Mercosur», publicado el viernes 3 de agosto en El Universal, se debe revisar el sistema de reintegro de Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los exportadores; los incentivos tributarios de la Ley de Impuesto sobre la Renta (ISLR) y deben firmarse convenios para evitar la doble imposición con Uruguay, Paraguay y Argentina o bien, firmar un convenio multilateral.
Se considera que debe simplificarse todo el sistema tributario para poder facilitar las inversiones en el país, porque de lo contrario, no se cumpliría con el principal objetivo del MERCOSUR: la búsqueda de un mercado común interior. La tarea no es fácil para ninguno de los actores involucrados (Estado-empresas-ciudadanos), por la diversidad de ordenamientos jurídicos que existen. Hay precedentes, como es el caso de la Unión Europea, en donde tienen más de medio siglo con el proceso de integración y continúan los problemas, en diferentes materias, incluida la tributaria.
Se debe concientizar a la sociedad venezolana y al aparato productivo del país de las consecuencias de la incorporación de Venezuela en el MERCOSUR y establecer los canales pertinentes, para que las empresas venezolanas puedan competir con grandes empresas de otros países suramericanos que conforman este proceso de integración. Se trata de un gran reto en donde se espera que todos puedan salir beneficiados en el mediano y largo plazo.
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